Las aguas de La Fuente Agria fueron autorizadas para su envasado por parte del Ayuntamiento de Teror y declaradas de utilidad pública dentro del grupo de aguas minero medicinales por S.M. el Rey Alfonso XIII, mediante Real Orden de 25 de septiembre de 1928.
Desde ese momento, el manantial ha generado además al municipio una mayor riqueza con el aprovechamiento de los sobrantes del agua de la Fuente que no son utilizados por los terorenses, lo que ha constituido para la Villa un gran desarrollo económico.
A partir de los años 30, cumpliendo las adecuadas medidas sanitarias y llevándose a cabo la construcción de una nave junto a la Fuente, es cuando comenzó a desarrollarse la industria de embotellado con la explotación de las aguas sobrantes del manantial a través de concurso público, lo cuál ocasionó diversos problemas al Ayuntamiento, repercutiendo en una disminución de beneficios para el municipio.
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La Fuente Agria en 1973
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Aguadores a mediados del siglo XX
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El rescate por vía judicial de la Fuente Agria por parte del Ayuntamiento el 12 de febrero de 1982, supuso para el municipio de Teror uno de los momentos de mayor expectación vividos en la historia reciente de la Villa, y el comienzo de una nueva etapa que cambiaría el futuro de aquella industria precaria de embotellado de agua, que se dirigía a su desaparición.
Después de muchos años de explotación del manantial en forma de concurso público, y tras sucesivos problemas con los adjudicatarios que repercutían en detrimento de la Fuente y del municipio, el Ayuntamiento decidió en 1982 recuperar e iniciar la explotación directa de los sobrantes del agua agria a través de sus propios servicios económicos. El motivo principal de esta decisión fue la deuda contraída por el último concesionario de la Fuente con el Consistorio.
El rescate de la Fuente supuso además para el Ayuntamiento un reto importante con los ciudadanos, pues no era tarea fácil recuperar de la quiebra una empresa con instalaciones obsoletas y una imagen deteriorada que había perdido prestigio en los últimos tiempos.
Sin embargo, el Ayuntamiento se hizo cargo de la explotación directa del manantial, llevando a cabo una reorganización de la empresa y mejorando sus instalaciones y servicios.
Desde entonces, la Fuente ha vivido el mayor período de esplendor de su historia, sobre todo a partir de 1992 en la que se constituye la sociedad mercantil "Aguas de Teror, S.A", declarada de Utilidad Publica e Interés Social.