Aguas de Teror, S.A. se crea como consecuencia de la actividad industrial desarrollada por las aguas del manantial denominado "Fuente Agria de Teror", el cual emerge en el margen derecho, aguas abajo, del barranco de Madrelagua a su paso por el municipio de Teror.
El agua de la Fuente Agria ha sido objeto de diversos análisis científicos desde finales del siglo XVIII, con resultados excelentes en cuanto a sus propiedades minerales. Viera y Clavijo fue el primero que elaboró en 1785 un estudio riguroso del agua, y posteriormente le sucedieron otros realizados en España, Francia y Alemania, confirmándose sus perfectas condiciones físico, químicas y bacteriológicas como agua mineral natural, que se mantienen actualmente.
Dichas aguas, que en principio estaban consideradas minero-medicinales por sus características terapéuticas, fueron llevadas a muestras y concursos debido a sus excelentes propiedades físico químicas, logrando una medalla de plata en la Exposición de Bruselas en el año 1.910 y una medalla de oro en la Exposición Universal de Sevilla del año 1.929.
Son pocos los canarios y visitantes que no han bebido las aguas de la Fuente Agria y muchos, entre ellos personajes ilustres de la historia, como Viera y Clavijo, Cairasco, Benito Pérez Galdós, Grau Bassas e incluso el rey Eduardo VII de Inglaterra, los que han elogiado las excelentes cualidades del Agua de Teror.
Pero no fue hasta 1916 cuando se inauguraron las primeras instalaciones junto al naciente, con el pórtico de piedra que aún mantiene y que representa la imagen de la Fuente Agria.
La Fuente Agria de Teror es sin duda uno de los recursos naturales que mayor riqueza y fama ha dado al municipio y a sus habitantes a lo largo de la historia, abasteciendo de agua a los terorenses durante tiempos inmemoriales.
Las personas más ancianas del municipio recuerdan cómo desde la infancia iban a la Fuente a buscar agua con cántaros, que transportaban a hombros, sobre la cabeza y ayudados por animales. Esta costumbre no se ha perdido aún, y son muchos los que acuden diariamente a recoger el agua que mana por los chorros de la Fuente.
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La Fuente Agria ha sido protagonista en varias ocasiones de momentos de especial virulencia histórica, principalmente ocasionados por intereses económicos.
Quizás el más famoso fuera en el año 1914, en el que los terorenses se manifestaron de manera multitudinaria en defensa de sus derechos sobre la Fuente como un patrimonio comunal. Desde entonces, nunca se ha dudado de que la Fuente es un bien del pueblo de Teror, cuyos beneficios revierten de manera directa e indirecta en cada uno de los terorenses.